Flores en el cielo y en los yukata.

En Agosto todos los pueblos de Japón hacen los Hanabi (fuegos artificiales, literalmente hana=flor bi=fuego) y como Tokyo es como un montón de pueblos juntos, cada barrio tiene sus fuegos artificiales, casi cada día hay un fuego artificial. Ayer fuimos a los fuegos del Meiji-jingu (ya os hablé de este templo). La calidad de la pirotecnia es indiscutible pero el sentido del espectáculo no: no hay crescendos ni tracas finales ni nada. Sólo fuegos artificiales en orden.



A mi me gustaron igualmente y sobretodo el mar de chicos y chicas en yukata que lo fueron a ver.

Y a desearles suerte a Mari y Cañi: ¡Que los dioses del Jet lag sean benevolentes!



Por cierto, ayer fue 6 de agosto, triste aniversario de la primera bomba atómica. Con el hanabi me animé un poco pero es terrible lo crueles que podemos llegar a ser. Y es increible que sabiéndose los efectos de una bomba atómica, 64 años después aún existan. En las noticias salía nosequién recordando que Obama quiere eliminarlas, ojalá sea así. En menos de dos semanas pasaremos por Hiroshima. A ver qué tal....